Capitulo 9 - EXPLICACIONES DEL NUEVO TESTAMENTO: - HECHOS HASTA APOCALIPSIS
Este capítulo es una continuación del capítulo VIII. Explica algunos versículos en el
Nuevo Testamento de Hechos a Apocalipsis que se
utilizan a veces para enseñar una pluralidad de personas en la
Deidad. ( El capítulo VIII cubre algunos versículos de
Escritura en esta categoría si están relacionadas con preguntas
propuestas en los Evangelios.)
La Diestra De Dios
Hay numerosos pasajes en el Nuevo
Testamento que nos dicen que Jesús se sienta a la
diestra de Dios. Pedro usó esta expresión en Hechos 2:34,
citando el Salmo 110:1. Según los Hechos 7:55,
Esteban miró hacia el cielo mientras le estuvieron
matando a pedradas y “vio la gloria de Dios, y a Jesús que
estaba a la diestra de Dios.”
¿Qué significa esta frase?
¿Significa que hay dos manifestaciones físicas de Dios en
cielo, Dios y Jesús, con el último colocado perpetuamente en la
diestra del anterior?
¿Es esto lo qué Esteban vio?
Una interpretación física “de la diestra de Dios” (la mano de Dios) es incorrecta. En
primer lugar, ningún hombre ha visto Dios en cualquier
momento, ni puede un ser humano verlo ( Juan 1:18; I
Timoteo 6:16; I Juan 4:12 ). Dios es Espíritu y como tal
es invisible, no tiene Principio ni Fin, ni izquierda ni derecha, ni encima ni debajo ( I Timoteo 1:17 ). El no tiene una mano derecha
física a menos que él elija manifestarse a sí mismo en
una forma humana. Sabemos que Esteban no lo vio
literalmente a Dios aparte de Jesús. Si él vio a dos personas,
¿por qué ignoraría a una de ellas, orando solamente a
Jesús? ( Hechos 7:59- 60 ). Si él vio distintas
manifestaciones físicas del Padre y del Hijo, ¿por qué no vio al
Espíritu Santo como una tercera persona?
Una lectura cuidadosa de Hechos 7:55 apoyará la declaración que Esteban no vio a
Dios aparte de Jesús. El versiculo 55 no dice que Esteban
vio al Espíritu de Dios, sino nos dice que él vio “la gloria
de Dios” y a Jesús. En el versiculo 56 Esteban dijo, “He
aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está
a la diestra de Dios.” La única imagen visual o persona que
Esteban vio era realmente Jesucristo.
Otros problemas se presentan si tomamos “la diestra de Dios” en un sentido físico.
¿Está sentado Jesús a la diestra de Dios según lo registrado
en Hechos 2:34?, o ¿está Jesús parado a la diestra de
Dios como registrado en Hechos 1:55-56? ¿Está Jesús
sentado encima de la diestra extendida de Dios? o ¿está
Jesús sentado junto a la diestra de Dios? ¿Está Jesús en el
seno del Padre? ( Juan 1:18 ). ¿Qué de Apocalipsis 4:2, que
describe un trono en el cielo y uno qué se sienta en ese
trono? ¿Se sienta el Padre en un trono y Jesús se sienta
al lado de aquel trono?
¿Qué del hecho de que Jesús es el
Unico que está sentado en el trono? ( Apocalipsis 4:2, 8
con 1:8, 18 ). Obviamente, entonces, la
descripción de Jesús a la diestra de Dios debe ser figurativa
o simbólica. Actualmente, esto es evidente al
considerar las numerosas referencias a través de la Biblia que
hablan de la diestra de Dios. En el Salmo 16:8, David
escribió, “A Yhwh-Jehová he puesto siempre delante de mí;
Porque está a mi diestra,
no seré conmovido.” ¿Significa esto
que Yhwh-Jehová estaba siempre presente corporalmente a la
diestra de David? El Salmo 77:10 dice, “Traeré, pues, a
la memoria los años de la diestra del Altísimo.” ¿Prometía
el salmista recordar el número de los años que Dios tenía
una diestra? El Salmo 98:1 declara de Jehová, “Su diestra
lo ha salvado y su
santo brazo.” ¿Significa esto que
Dios derrotó a Sus enemigos sosteniendo detrás de Sí
mismo Su mano izquierda mientras que los aplastó con una
diestra física?
El Salmo 109:31 indica que Yhwh-Jehová “se pondrá a la diestra del pobre.” ¿Significa esto
que El se coloca físicamente a sí mismo al lado de la
gente pobre en todo momento? Yhwh-Jehová declaró en Isaías
48:13, “mi mano derecha midió los cielos,” y en
Isaías 62:8 que Yhwh-Jehová juró por su mano derecha. ¿Significa
esto que Dios extendió una mano gigante y literalmente
cubrió el cielo?, o ¿que Dios puso su mano izquierda encima
de su mano derecha y juró por ella? Jesús echó fuera
demonios por el dedo de Dios ( Lucas 11:20 ). ¿Arrastró hacia
abajo un dedo gigante del cielo y echó fuera a los
demonios de la gente?
Por supuesto, la respuesta a todas estas preguntas es “No.” Por lo tanto, debemos
entender que la “diestra de Dios” se usa en un sentido
figurativo, simbólico, o poético
y no en un sentido físico ó
corporal. Esto siendo así, ¿qué significa esta frase?
En la Biblia, la diestra significa fuerza, poder, importancia, y preeminencia tal como en
las frases de uso común, “él es mi brazo derecho” y
“daría mi brazo derecho para esto.” El erudito
trinitario Bernard Ramm dice, “Se habla de la omnipotencia de
Dios en términos de un brazo derecho porque entre los
hombres el brazo derecho es el símbolo de fuerza o energía.
Se habla de la preemincia como sentárse a la diestra de
Dios porque en asuntos
sociales humanos la posición de la
diestra referente al anfitrión era el lugar del honor
más grande.”1
Algunos ejemplos bíblicos para demostrar
esta asociación de la diestra con el poder
son interesantes e instructivas. Exodo 15:6 proclama,
“Tu diestra, O Yhwh-Jehová, ha sido magnificada en poder.” El
Salmo 98:1 y el Salmo 110:1 asocian a la diestra de Dios
con la victoria sobre los enemigos. Cuando la Biblia habla de
Jesús a la diestra de Dios, quiere decir que Jesús tiene
todo el poder y toda la autoridad de Dios. Jesús mismo dijo
claramente en Mateo 26:64: “Desde ahora veréis al Hijo
del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y
viniendo en las nubes del cielo.” ( Véase también Marcos
14:62; Lucas 22:69 ). Así Jesús declaró que tenía todo el
poder de Dios; por esta implicación él declaró que era
Dios. Los judíos entendieron estas demandas y debido
a ellas el sumo sacerdote acusó a Jesús de blasfemia
( Mateo 26:65 ). Al parecer, el sumo sacerdote sabía el
significado simbólico de la diestra en el Antiguo Testamento, y
por lo tanto él se dió cuenta que Jesús estaba declarando
que El tenía el poder de Dios y que era Dios. Primera de
Pedro 3:22 demuestra aún más que “la diestra” significa
que Jesús tiene todo poder y autoridad: “quién habiendo
subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están
sujetos ángeles, autoridades y potestades.” De la misma
manera, Efesios 1:20-22 usa esta frase para decir que
Jesús tiene la preeminencia sobre todos los
principados, potestades, dominios, y nombres. Este pasaje
también relaciona la diestra a la exaltación de Cristo.
En esta conexión, los Hechos 5:31 dice, “A éste, Dios ha
exaltado con su diestra
por Príncipe y Salvador, para dar a
Israel arrepentimiento y perdón de pecados.” ( Véase
también el Salmo 110:1; Hechos 2:33-34.)
Hechos 5:31 indica que la diestra de Dios o el brazo de Dios refiere a veces
específicamente al poder de Dios en la salvación. Muchos otros
versículos de Escritura hablan de la diestra de Dios como
una representación de la liberación y de la victoria que
Dios da a su gente ( Exodo 15:6; Salmo 44:3; Salmo
98:1). Isaías 59:16) dice, “lo salvó su brazo.” Parece, por lo
tanto, que la descripción de Jesús a la diestra de Dios
significa que Jesús es la expresión del poder salvador de
Dios. Este concepto armoniza con la asociación de la
posición de Jesús a la diestra de Dios con su papel de
mediador, particularmente Su trabajo como nuestro
intercesor y sumo sacerdote ( Romanos 8:34; Hebreos 8:1 ).
Con esta comprensión de la diestra de Dios, quizás nos preguntaremos por qué la Biblia
a veces dice que Jesús “se ha sentado” a la diestra
de Dios ( como en Hebreos 10:12 ) en vez de decir
simplemente que él está a la diestra ( poder ) de Dios ( como en
Romanos 8:34 ). Es probable que esta fraseología particular
indica que Jesús recibió la glorificación completa,
el poder completo, y la autoridad completa en un cierto
punto de tiempo. Esta exaltación comenzó con Su
resurrección y terminó en su ascensión. En aquel momento El se
libró a sí Mismo de todas las limitaciones y restricciones
humanas. Este es el opuesto a la autolimitación a la
cual Jesús se sometió en la Encarnación según lo descrito en
Filipenses 2:6-8. El terminó Su papel como un ser humano
caminando en esta tierra.
Jesús ya no se somete a la fragilidad y la debilidad humanas. El ahora no es el siervo
sufrido. Su gloria, Su majestad, y Sus otros atributos
divinos ya no se ocultan de la vista del observador casual.
El ahora demuestra Su poder como Dios por medio de un
cuerpo humano glorificado. El ahora se demuestra
y se demostrará a sí Mismo como el Señor de todos, el
Juez Justo, y el Rey de toda la tierra. Por eso Esteban no
le vio a Jesucristo como el hombre ordinario que se pensaba
que era mientras que el estaba en la tierra, sino le vio
con la gloria de Dios y el poder de Dios. De igual modo, Juan
le vio a Jesús revelado como Dios en toda su gloria y
poder ( Apocalípsis 1 ).
La exaltación, la glorificación, y
la revelación de Cristo se culminaron en su ascensión. Marcos
16:19 dice, “Y el Señor, después que les habló, fue
recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra ( poder ) de
Dios.”
La frase “se sentó” indica que la obra sacrificatoria de Cristo no se continua sino es
completa. “El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la
imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las
cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la
purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se
sentó a la diestra de la Majestad en las alturas” ( Hebreos
1:3 ). “Y ciertamente todo sacerdote está día tras día
ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos
sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo
habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por
los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios”
( Hebreos 10:11-13 ).
En resumen, encontraríamos muchas inconsistencias sí interpretáramos la descripción
de Jesús a la diestra de Dios para significar una colocación
física entre dos Dios es con cuerpos distintos. Sí la entendemos
como simbólica del poder, la fuerza, la
autoridad, la preeminencia, la victoria, la exaltación, y el poder
salvador de Jesús manifestado en carne, entonces
eliminamos los conceptos que están en conflicto. Además, esta
interpretación está conforme con el uso de la frase “la
diestra de Dios” a través de la Biblia. “La diestra” revela
la omnipotencia y la deidad absoluta de Jesús y justifica
el mensaje de un solo Dios en Cristo.
Volviendo a nuestra pregunta
original, ¿qué vio Esteban en realidad? Es evidente que él
vio a Jesús. Isaías 40:5 dice referente a la venida del
Mesías, “Y se manifestará la gloria de Yhwh-Jehová, y toda
carne juntamente la verá; porque la boca de Yhwh-Jehová ha
hablado.” Jesús es la gloria revelada de Dios. Esteban vio la
gloria de Dios cuando él vio a Jesús. El vio a Jesús
irradiando la gloria que él poseía como Dios y con todo el
poder y autoridad de Dios. En breve, él vio al Cristo
exaltado. El vio a Jesús no simplemente como a un hombre sino
como a Dios mismo, con toda su gloria, su poder, y su
autoridad. Por eso él clamó a Dios diciendo, “Señor
Jesús, recibe mi espíritu” ( Hechos 7:59 ).
Saludos En Las Epístolas
La mayoría de las Epístolas contienen un saludo que menciona a Dios Padre y al Señor
Jesucristo. Por ejemplo, Pablo escribió, “Gracia y paz a
vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo”
( Romanos 1:7 ), y “Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro
Padre y del Señor Jesucristo” ( I Corintios 1:3 ). ¿Indica
esta fraseología una distinción de personas? Sí así fuera
interpretada, habría varios serios problemas con los
cuales que contender.
Primeramente, ¿por qué no hay ninguna mención del Espíritu Santo en estos saludos?
Aunque estos saludos fueren interpretados para enseñar
una distinción de personas, no apoyan la doctrina de la
trinidad. De esta interpretación, los saludos podrían
enseñar el binitarismo; podrían también relegar al Espíritu
Santo a un papel menor en la trinidad.
En segundo lugar, si interpretamos otros pasajes similares para indicar la existencia
de personas distintas en la Deidad, podríamos tener
fácilmente cuatro personas en la Deidad. Por ejemplo,
Colosenses 2:2 habla de “el misterio de Dios el Padre, y de
Cristo.” Otros versículos de Escritura hablan de “Dios Padre”
( Colosenses 3:17; Santiago 1:27 ) “Dios el Padre” ( I
Tesalonicenses 1:3 ).
I Tesalonicenses 3:11 dice, “Dios y
Padre nuestro, y nuestro Señor Jesucristo, dirijan
nuestro camino a vosotros.” Entonces si la palabra y
separa a distintas personas, nosotros tenemos por lo
menos cuatro personas: Dios, el Padre, el Señor
Jesucristo, y el Espíritu Santo.
Si los saludos no indican una pluralidad de personas en la Deidad, ¿qué es entonces lo
que significan? Por hacer referencia al Padre y al
Señor Jesucristo, los escritores enfatizaban dos papeles
de Dios y la importancia de aceptar a Dios en ambos
papeles. Debemos no solamente creer en Dios como
nuestro Creador y Padre, sino debemos aceptarle como él se
manifestó en carne como Jesucristo. Cada uno debe
reconocer que Jesús ha venido en carne y que él es Señor y
Cristo ( Jesus el Mesías - Yehwsuah Ha Mashiah ). Por lo tanto, los saludos enfatizan la creencia
no solamente en Dios, lo que los judíos y muchos
paganos aceptaban, sino también en Dios revelado en Cristo.
Esto explica por qué no era necesario mencionar al Espíritu Santo; el concepto de Dios
como Espíritu era envuelto en el título de Dios
Padre, especialmente a la mente judía. Debemos recordar,
también, que la doctrina de la trinidad no se desarolló
hasta mucho más tarde en la historia de la iglesia. ( Véase el
Capítulo 11.) Por lo tanto, estas frases no eran extrañas a los
escritores o a los lectores.
Un estudio del griego es muy interesante en relación a estos pasajes con los saludos.2 La palabra traducida “y” es de la palabra griega “kai.” Kai
puede ser traducida como “y” o como “aun” (en el sentido de
“que es” o “que es igual que”). Por ejemplo, el KJV (inglés)
traduce kai como “y” en II Corintios 1:2, pero como
“aun” en el versículo 3. El versículo 2 dice, “de Dios nuestro
Padre, y del Señor Jesucristo,” mientras que el versículo
3 dice, “Dios, aun el Padre de nuestro Señor Jesucristo.”
El versículo 2 podría aparecer correctamente como, “de
Dios nuestro Padre, aun del Señor Jesucristo.” El KJV
traduce kai como “aun” en varios otros lugares, incluyendo
las frases “Dios, aun el Padre” ( I Corintios 15:24;
Santiago 3:9 ) y “Dios, aun nuestro Padre” ( I Tesalonicenses
3:13 ). Entonces los saludos podrían leerse tan
fácilmente, “de Dios nuestro Padre, aun el Señor Jesucristo.”
Para apoyar esto aun más, el griego no tiene el artículo
definitivo (“el”) antes de “Señor Jesucristo” en ninguno de
los saludos. Entonces, aunque traducieramos kai
como “y,” las frases se leen literalmente, “de Dios
nuestro Padre y Señor Jesucristo.”
Aun cuando las traducciones rinden kai como “y,” ellas convienen a menudo que la
frase denota solamente un solo ser o persona. Abajo hay
algunos ejemplos que provienen de varias traducciones de
la Biblia en el inglés:
El Uso de Kai
Versión
de BibliaTraducción
KJV Dios y nuestro
Padre
NIV nuestro Dios y Padre
TAB nuestro Dios y
Padre
2. Efesios 5:5 KJV el reino de
Cristo y de Dios
NIV el reino de
Cristo y de Dios
NIV (nota al pie
de la página) o ‘reino
del Cristo y
Dios’
3. Colosenses 2:2 KJV el misterio de
Dios, y del Padre, y
de Cristo
NIV el misterio de
Dios, a saber, Cristo
NIV (nota al pie de la
página) algunos
manuscritos
“Dios, aun al Padre, y
de Cristo”
TAB Dios [ que es
] Cristo
4. II Tesalonicenseses 1:12
KJV la
gracia de nuestro Dios y el Señor Jesucristo
NIV la gracia de nuestro Dios y el Señor Jesucristo
NIV (nota al pie de la página) o
“Dios y Señor, Jesucristo”
KJV delante de Dios, y del Señor Jesucristo
NIV en la vista de Dios y de Cristo Jesús
KJV nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo
NIV nuestro gran Dios y Salvador, Jesucristo
TAB nuestro gran Dios y Salvador,Jesucristo
KJV Dios y nuestro Salvador
Jesucristo
NIV nuestro Dios y Salvador
Jesucristo
TAB nuestro Dios y Salvador
Jesucristo
KJV Dios el único soberano, ya
nuestro Señor Jesucristo
NIV Jesucristo nuestro único
Soberano y Señor
TAB nuestro único Señor y Maestro,Jesucristo
5. I Timoteo 5:21
6. Tito 2:13
7. II Pedro 1:1
8. Judas 4
Esta tabla demuestra que el kai
identifica a veces a Dios como el Padre, o aún a Jesús
como Dios. De esto, es fácil ver que kai identifica a
veces a Jesús como el Padre
puesto que la construcción
gramatical es similar en todos los tres casos.
Concluimos que los saludos no indican ninguna distinción de personas en Dios. En
últimos términos, el uso de kai en estos casos denota una
distinción de papeles, manifestaciones, o nombres por los
cuales el hombre conoce a Dios. En por lo menos
algunos casos el uso de kai identifica actualmente a Jesús
como el mismo ser que Dios—el mismo ser que el Padre.
La “Bendición Apostólica”
II Corintios 13:14 dice, “La gracia
del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la
comunión del Espíritu Santo,sean con todos vosotros. Amen.” Una
vez más debemos recordar que Pablo escribió este
versículo de Escritura en un tiempo en que el trinitarismo
era todavía una doctrina del futuro, y por lo tanto el
versículo no era raro ni inusual en ese entonces. Básicamente, el
versículo proyecta tres aspectos o atributos de Dios
que podemos conocer y tener. Primeramente, hay la gracia
de Dios. Dios ha puesto Su gracia a disposición de
la humanidad por medio de Su manifestación en carne,
en Jesucristo. Es decir el favor no merecido, la
ayuda divina, y la salvación nos vienen a nosotros a través de
la obra expiadora de Jesús. Entonces Dios es amor, y el
amor siempre ha sido parte de Su naturaleza básica. El
nos amaba mucho antes que él se vistió a sí mismo en
carne como Cristo. Y finalmente, el bautismo del Espíritu
Santo nos da comunión (confraternidad) con Dios y con
nuestros concreyentes: “Porque por un solo Espíritu fuimos
bautizados en un
cuerpo”—el cuerpo de Cristo ( I
Corintios 12:13 ). Por medio del Espíritu de Dios que mora
en nosotros, y no la presencia del cuerpo físico de
Jesucristo tenemos una relación presente y continuando con
Dios distinta a cualquier cosa que era disponible
para los santos del Antiguo Testamento.
II Corintios 13:14 es lógico y comprensible cuando lo interpretamos como tres relaciones
importantes que Dios ha compartido con nosotros o como
tres diversas obras que un solo Espíritu logra. Hay
diversidades de operaciones pero solamente un Dios que
obra todas las cosas en todos ( I Corintios 12:4-6 ).
Otras Referencias Triples En Las
Epístolas
Y En Apocalipsis
Varios otros versículos de
Escritura identifican a Dios por tres títulos o nombres. Sin
embargo, muchos más versículos usan solamente dos
designaciones para Dios, en particular Padre y Señor
Jesucristo. Pero la mayoría de los versículos de escritura usan
una sola designación para Dios. Parece que no hay ningún
significado especial en cuanto a la Deidad en las
referencias triples; ninguna de ellas requiere alguna distinción de
personas. Analicémoslos uno por uno.
Efesios 3:14-17 utiliza los siguientes títulos para describir a Dios: “el Padre de
nuestro Señor Jesucristo,” “su Espíritu,” y “Cristo.”
Interesantemente, este pasaje actualmente hace hincapié en un
Dios sin distinción de personas, porque describe al
Espíritu primeramente
como el Espíritu del Padre y
después como Cristo en nuestros corazones. Así pues, en este
pasaje, el Padre, el Espíritu, y Cristo son todos
identificados como el mismo ser. La única distinción restante
descansa en la frase, “Padre de nuestro Señor
Jesucristo,” que hace distinción entre el Espíritu de Dios y su
manifestación en carne.
Efesios 4:4-6 dice que hay un Espíritu, un Señor, y un Dios y Padre. Esto prueba otra vez
la unicidad de Dios. El único Dios es Espíritu y El es el
Señor de todo. La idea básica expresada en estos
versículos es la unicidad de Dios, y no una trinidad. ¿Por qué
se declaró este pensamiento en tres diversas maneras?
El versículo 4 conecta al único Espíritu con la declaración
de que hay un cuerpo, recordándonos que el único Espíritu
de Dios nos bautiza en un solo cuerpo ( I Corintios
12:13 ). El versículo 5 agrupa “un Señor” con “una fe” y “un
bautismo,” indicando que debemos condicionar nuestra fe y
nuestro bautismo en la persona, el nombre, y la obra del
Señor Jesús, no apenas en una creencia en Dios como
Espíritu. El versículo 6 lo junta todo, diciendo, “un Dios y
Padre de todos, el cual es sobre todos [por ejemplo, quien es
el Espíritu en ustedes].” El único Dios es el único
Señor y el único Espíritu. Una interpretación trinitaria de
Efesios 4:4-6 no es lógica porque separa a Jesús de
Dios. Sí hay tres personas presentadas en estos versículos,
serían: Dios y Padre, Señor, Espíritu. Esta
interpretación implica que el Padre es Dios de una manera que Jesús no
es. Está en contra de la teoría de la trinidad pensar de
Jesús como distinta a Dios. Los trinitarios deben ser
consistentes con su teoría y deben aceptar a Jesús como el
único Dios de la Biblia o bien deben abandonar su teología de
un solo Dios.
Según Hebreos 9:14, Cristo se ofreció a sí mismo a Dios por medio del Espíritu eterno.
El tema del versículo es la sangre de Cristo, entonces
obviamente el versículo habla del papel humano y mediador
de Cristo. ¿Cómo hizo Cristo Su gran sacrificio? Lo
hizo a través de su naturaleza divina—el Espíritu
eterno—que es ningún otro que el Padre. Jesús oró al Padre en
Getsemaní y recibió fuerza de él para aguantar la
crucifixión. Este versículo enseña simplemente que Cristo era
capaz de ofrecer su cuerpo humano a Dios con la ayuda
del Espíritu de Dios.
De igual manera, I Pedro 3:18 dice que Cristo fue muerto en la carne pero vivificado
(hecho vivo) por el Espíritu de modo que él podría
llevarnos a Dios. Sabemos que Jesús se resucitó a Sí
mismo de los muertos por Su propio Espíritu divino ( Juan
2:19-21; Romanos 8:9- 11 ). En otras citas, la Biblia dice
que Dios le resucitó a Jesús de los muertos ( Hechos 2:32 ) .
Entonces, vemos que el hombre Cristo fue levantado
de los muertos por el Espíritu de Dios—la naturaleza
divina de Cristo—para reconciliar a la humanidad con
Dios.
I Pedro 1:2 menciona la precognición de Dios Padre, la santificación del Espíritu, y la
sangre de Jesús. Este versículo simplemente describe los
diversos aspectos de Dios en lo referente a nuestra
salvación. Primeramente, la precognición es parte de la
omnisciencia de Dios, y El la tenía antes de la encarnación y
antes del derramamiento del Espíritu en nuestro día.
Entonces, es natural que nosotros la asociemos con el papel
de Dios como Padre. En segundo lugar, Dios no tiene
sangre excepto a través del hombre Jesús, entonces es más
natural decir la sangre de Jesús en lugar de decir la
sangre de Dios o la sangre del Espíritu. Finalmente, nosotros
somos santificados, o puestos aparte del pecado, por el
poder de la presencia de Dios que mora en nosotros,
entonces Pedro naturalmente habló de la santificación del
Espíritu. Como en II Corintios 13:14, la Biblia utiliza
la manera más lógica para describir estos atributos u
obras de Dios, es decir por asociarlos con los papeles, los
nombres, o los títulos que Dios tiene.
Judas 20-21 es otro pasaje de Escritura como esto. Habla de orar en el Espíritu Santo,
el amor de Dios, y la misericordia de Jesús. Tal como
antes, podemos entender fácilmente esto como algo que
denota diversas funciones de Dios si usamos los papeles que
se asocian lo más cerca posible a ésas funciones.
Apocalipsis 1:4-5 dice, en parte, “Gracia y paz a vosotros, del que es, y que era, y
que ha de venir; y de los siete espíritus que están delante
su trono; y de Jesucristo.” Según el versículo 8,
Jesús es el “que es, y que era, y que ha de venir.” El es el
que está en el trono ( Apocalipsis 4:2, 8 ). Los siete
espíritus pertenecen a Jesús ( Apocalipsis 3:1; 5:6 ) . Este
pasaje, por lo tanto, simplemente nos da varias maneras de
mirar al único Dios, que es Jesucristo. La razón porque el
versículo 5 menciona a Jesucristo además de la descripción
precedente de Dios es para enfatizar Su humanidad,
porque ese versículo llama a Jesús el primogénito de los
muertos.
Si alguien está determinado a hacer que este pasaje signifique a tres personas, basado
en el versículo 4, ¿qué lo prevendría dividir al
Espíritu entre siete personas?
En resumen, varios versículos de Escritura utilizan tres títulos o nombres de Dios. En
cada caso, la Biblia utiliza una manera muy natural y
fácilmente comprensible para describir una pluralidad de
papeles, atributos, o funciones de Dios. En muchos casos,
estos versículos realmente proporcionan evidencia
adicional de que hay un solo Dios sin distinción de
personas.
La Plenitud De Dios
En este libro hemos enfatizado a Colosenses 2:9 varias veces porque enseña que toda
la plenitud de la Deidad mora corporalmente en
Jesucristo. Entendemos que esto significa que todo Dios—Sus
atributos, su poder, y su carácter—están en Jesús. Padre,
Hijo, Espíritu Santo,Jehová, Palabra, etcétera están
todo en Jesús. Algunos trinitarios tratan de contradecir esta
interpretación refiriéndose a Efesios 3:19, que nos
dice que nosotros como
cristianos podemos ser llenos de
toda la plenitud de Dios.
Por lo tanto, dicen, Colosenses 2:9
no indica la deidad completa de Jesús no más que
Efesios 3:19 indica la deidad completa de los cristianos.
Contestaremos este argumento por medio de un análisis de
estos dos versículos de Escritura uno por uno.
Colosenses 2:9 se refiere a la plenitud de la deidad en una manera en que Efesios 3:19 no
lo hace. Inmediatamente después de declarar que toda
la plenitud de la Deidad mora corporalmente en Jesús, la
Biblia agrega, “y vosotros estáis completos en él,
que es la cabeza de todo principado y potestad.” ( Colosenses
2:10 ). En otras pal- abras, todo lo que necesitamos está
en Jesús, y Jesús es omnipotente. Estas declaraciones se
basan en el versículo 9, y por lo tanto el versículo 9
tiene que significar que todo Dios está en Jesús.
De hecho, ésta es la única conclusión lógica basada en el tema del libro hasta ese punto.
Los capítulos 1 y 2 presentan las siguientes
declaraciones acerca de Jesús:
La Deidad Plena De Jesús Presentada En Colosenses
Versículo Descripción de Jesús
él es la imagen del Dios
invisible
él es el creador de todas las cosas
él es antes de todas las cosas
(eternas)
en él todas las cosas subsisten
él es la cabeza de la iglesia
él es preeminente en todas las cosas
toda la plenitud de Deidad habita en él
él ha reconciliado todas las cosas a
Dios
él tiene todos los tesoros de la
sabiduría y del
conocimiento (omnisciencia)
10. 2:5 debemos tener nuestra fe en él
11. 2:6 debemos andar en él
12. 2:7 debemos ser arraigados y
sobreedificados en él
13. 2:9 toda la plenitud de la
Deidad mora corporalmente en él
14. 2:10 estamos completos en él
15. 2:10 él es la cabeza de todo
principado y potestad
(omnipotencia)
Debemos observar que en Colosenses 2:2, el tema es “el misterio de Dios el Padre, y de
Cristo,” o como el NIV lo pone, “el misterio de Dios, a
saber, Cristo.” El versículo 9 es simplemente una elaboración o
explicación adicional de este misterio. El misterio de
Dios ( Cristo ) es que mora toda la plenitud de la deidad en
Cristo. Así entonces, vemos del contexto que Colosenses
2:9 es una explicación de la deidad completa de
Cristo.
La palabra del griego para Deidad en Colosenses 2:9 es Theotes, que significa la Deidad.
La palabra corporalmente nos recuerda de la palabra
encarnación, que significa personificación de un
espíritu en forma terrenal. Juntando esto, Colosenses 2:9 nos
dice que Jesús es la encarnación de la plenitud de la
Deidad—El es la manifestación corporal de todo lo que
Dios es. La Biblia Amplificada traduce Colosenses 2:9
como, “Porque en él la plenitud entera de la Deidad
sigue morando en forma corporal—dando una expresión
completa de la naturaleza divina.” Traduce Colosenses
1:19 así: “Porque le ha agradado [al Padre] que toda la
plenitud divina—la suma total de la perfección divina,
los poderes divinos y los atributos divinos—deben habitar
en él permanentemente.” El NIV traduce Colosenses
2:9 así: “Porque en Cristo toda la plenitud de la
Deidad habita en forma corporal.” Traduce Colosenses 1:19
así: “Porque le agradó a Dios que toda su plenitud habitara
en él.”
Volviendo a otras traducciones de Colosenses 2:9, el Nuevo Testamento del Vigésimo Siglo
dice, “Porque en Cristo la Deidad en toda su
plenitud habita encarnada”; El Nuevo Testamento en Inglés
Moderno (J. B. Phillips) dice, “Más es en él que Dios da una
plena y completa expresión de sí mismo (dentro de
límites físicos que él fija a sí mismo en Cristo)”; y Letras
Vivas: Las Epístolas Parafraseadas (Kenneth Taylor)
dice, “Porque en Cristo existe todo Dios en un cuerpo
humano.”
Entonces está claro, que Colosenses 1:19 y 2:9 describen la deidad completa de
Jesucristo. No podríamos aplicar las declaraciones
en Colosenses 1 y 2 a nosotros mismos y tener la razón.
No somos la encarnación de la plenitud de Dios. Ni
somos omniscientes, omnipotentes, etcétera. No importa
lo que significa Efesios 3:19, no puede significar la
misma cosa que Colosenses 1:19 y 2:9.
¿Qué significa Efesios 3:19, entonces, cuando dice “para que seáis llenos de toda la
plenitud de Dios”? Cuando miramos al contexto, vemos el
énfasis en el pasaje: Los cristianos pueden tener la
plenitud de Dios en ellos porque tienen a Cristo. Puesto que
Cristo es la plenitud de Dios, cuando tenemos a Cristo en
nosotros tenemos la plenitud de Dios en nosotros. El
versículo 17 dice que Cristo mora en nuestros corazones,
y el versículo 19 nos dice que podemos tener la plenitud
de Dios al tener a Cristo. Lejos de destruir la deidad
absoluta de Cristo, Efesios 3:19 establece de nuevo que
todo Dios está en Cristo. Colosenses 2:10 apoya esta
interpretación del pasaje en Efesios, diciendo, “y vosotros estáis completos en él [ Cristo ].” El NIV lo hace aun más
claro: “Y a ustedes se les ha dado la plenitud en Cristo.”
Semejantemente, TAB dice, “Y ustedes están en él,
hechos completos y han venido a la plenitud de vida—en
Cristo ustedes están también llenos de la Deidad.”
Esto puede dar lugar a otra pregunta; a saber, ¿en qué manera difiere un cristiano del
hombre Cristo sí ambos tienen la plenitud de la deidad
residente en ellos? La respuesta es que Jesucristo es Dios
revelado en carne. él tenía su naturaleza divina porque
fue concebido por el Espíritu de Dios. su naturaleza
humana tiene la naturaleza divina morando en ella, pero su
naturaleza divina es Dios.
Por lo tanto, nada jamás puede
separar a Jesús de su deidad. Nosotros podemos vivir sin el
Espíritu de Dios en nosotros y el Espíritu puede salir
de nosotros, pero no puede ser así con el hombre Jesús.
Cristo tiene todos los atributos y el carácter de Dios
como su misma naturaleza, mientras que nosotros los tenemos
solamente por medio de la vida de Cristo en nosotros.
La naturaleza de Dios no es nuestra. Podemos dejarla que
brille a través de nosotros y que nos controle (por andar en el
Espíritu), pero podemos también apagarla y dejar
que nuestras propias naturalezas humanas la dominen ( por
andar en la carne ). Jesucristo tiene toda la plenitud
de la Deidad corporalmente porque él es Dios mismo
encarnado. Podemos tener la plenitud de Dios en
nuestras vidas solamente mientras dejamos que Jesucristo
viva en nosotros.
Hay un aspecto más que debemos tratar referente a Colosenses 2:9. Algunos precisan
que el propósito de Pablo en escribir esto no era de
oponerse al trinitarismo, sino al gnosticismo. Por supuesto,
Pablo no dirige su discusión directamente al
trinitarismo, ¡porque que no había emergido la doctrina todavía! Sin
duda Pablo estaba oponiéndose a la creencia gnóstica
de que Cristo era una emanación inferior del Dios
supremo. Siempre existe el hecho, sin embargo, que el lenguaje
de Pablo, que fue inspirado por el Espíritu Santo,
excluye el trinitarismo. Colosenses es una clara afirmación
de la creencia en la Unicidad de Dios. No importa cuáles
fueran las creencias falsas que Pablo estaba oponiéndo;
su doctrina positiva dura todavía. La doctrina de la
Unicidad que él enseñaba
dura ciertamente en contra del
gnosticismo, pero ella también dura en contra del
trinitarismo y cualquier otra creencia que niegue que toda la
Deidad habita en Jesucristo.
Filipenses 2:6-8
Este pasaje describe a Jesucristo así: “El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser
igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se
despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a
los hombres; y estando en la condición de hombre,
se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta
la muerte, y muerte de cruz.” El NIV dice, “Quien,
siendo Dios en su misma naturaleza, no consideró la
igualdad con Dios como algo para ser agarrado, sino hizo nada
de sí mismo, tomando la misma naturaleza de un siervo,
siendo hecho en la semejanza humana. Y siendo hallado
en aspecto como un hombre él se humilló y llegó a ser
obediente a la muerte— ¡aun la muerte en una cruz!”
Aparentemente, este versículo de Escritura está diciendo que Jesús tenía la
naturaleza de Dios, que él era Dios mismo. Dios no tiene igual
( Isaías 40:25; 46:5, 9) . La única manera en que Jesús puede
ser igual a Dios es que él sea Dios. Entonces, él era
igual a ( lo mismo que ) Dios en el sentido de que él era
Dios. Sin embargo, él no consideraba la prerrogativa suya
como Dios como algo de ser guardado o retenido a todo
costo, sino que estaba dispuesto a poner éstos a un lado y a
asumir la naturaleza humana para que pudiera salvar a la
humanidad perdida. Voluntariamente él se hizo
obediente a la muerte en una cruz.
Los trinitarios piensan que este versículo de Escritura describe a dos personas en la Deidad—Dios
Padre y Dios Hijo. En su opinión, el Hijo tenía
la misma naturaleza que el Padre pero no era el Padre.
Ellos afirman que el Hijo divino se encarnó, no el Padre.
Muchos trinitarios aun mantienen que en la encarnación
este Hijo divino se sometió o se vació a sí mismo de
muchos de sus atributos como Dios, incluyendo la
omnipresencia. Así entonces, ellos hablan del kenosis o el
vaciarse de Cristo, de la palabra kenoo en el griego en la
primera parte del versículo 7. Aunque esta palabra sí incluye
en su significado el concepto “vaciarse,” la mayoría de las
versiones no escogen usar esta definición. Aquí hay tres
definiciones del kenoo en Filipenses 2:7: “se hizo a sí
mismo de ninguna reputación” (KJV), “se hizo nada”
(NIV), y “se despojó [de todos sus privilegios y dignidad
legítima]” (TAB).
Desde el punto de vista de la Unicidad, Jesús no es Dios Hijo, sino que El es todo
Dios, incluyendo el Padre y el Hijo. Entonces, en su divinidad, él es verdaderamente igual a, o idéntico a Dios. La
palabra “igual” aquí significa que la naturaleza divina de
Jesús era la misma naturaleza de Dios Padre. Jesús no se
despojó de los atributos de la Deidad, pero en cambio se
despojó a sí mismo de su dignidad y de sus prerrogativas
legítimas como Dios mientras que él moraba entre los
hombres como un ser humano. El Espíritu de Jesús, que
es Dios mismo, nunca perdió nada de su omnisciencia, de su omnipresencia, ni de su omnipotencia.
Este versículo se refiere solamente a las limitaciones que Jesús se impuso a sí mismo en
relación a su vida como un ser humano. Como las tres
traducciones citadas arriba indican, el kenosis de
Cristo consistía de una entrega voluntaria de gloria y de
dignidad, en lugar de una entrega de su naturaleza como
Dios. Como hombre, Cristo no recibió la honra que se
le debía a él como Dios. En vez de actuar en su papel
legítimo como Rey de la humanidad, Se hizo un siervo que
ministraba a la humanidad. Como hombre, él se
sometió a la muerte en la cruz. No murió como Dios sino
como un hombre. Entonces, este versículo expresa un
pensamiento muy hermoso: aunque Jesús era Dios, él
no insistía en la retención de todos sus derechos
como Dios. Al contrario, se despojó voluntariamente de su
derecho a la gloria y a la honra en la tierra al tomar para sí mismo la naturaleza de un hombre y al morir. él hizo
todo esto de modo que él pudiera proporcionar la salvación
para nosotros.
Como resultado de la humillación de Cristo, Dios ( el Espíritu de Jesús ) le ha exaltado
altamente a Jesucristo ( Dios manifestado en carne ). Jesús
tiene un nombre que es sobre todo nombre—un nombre que
representa todo lo que es Dios. El Espíritu de Dios
dio este nombre al Cristo ( Mesías - Mashiah), porque Cristo era
Dios manifestado en carne. También, Jesucristo tiene el
dominio sobre todas las cosas en el cielo, en la
tierra, y debajo de la tierra. Cada lengua confesará que
Jesucristo es Señor, así entonces dando la gloria a Dios
Padre puesto que el Padre está en Cristo. Filipenses 2:9-11
describe todo esto: “Por lo cual Dios también le exaltó
hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de
los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la
tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor,
para gloria de Dios Padre.”
Muchos, y quizás la mayoría, de los eruditos trinitarios realmente ven al kenosis de
Cristo de una manera consistente con la Unicidad. Por
ejemplo, un erudito prominente dice que Cristo “no se
vació realmente” a sí mismo de los atributos de la
Deidad, porque éso significaría una abdicación de la Deidad,
así haciendo de Jesús un semidiós.3 En cambio, él explica el pasaje
como sigue: Jesús no renunció su divinidad sino
solamente renunció su existencia en la forma de Dios. Él no desechó sus atributos divinos pero los ocultó
en la debilidad de la carne humana. Estaban siempre
disponibles, pero él escogió no utilizarlos o los
utilizaba en una nueva manera. Él se impuso limitaciones a sí
mismo. su gloria celestial y su majestad ya no eran
inmediatamente evidentes. En breve, él ocultó su divinidad en
la humanidad, pero su deidad era siempre evidente a
los ojos de fé.4
Colosenses 1:15-17
Hemos explicado este versículo en
el Capítulo V lo, cual incluye una discusión de la preexistencia
de Jesús, su papel como Creador, y su título
como el primogénito de los muertos.
Hebreos 1
Hemos hablado de muchas partes de este pasaje en el Capítulo V particularmente los
versículos 2-3, 6, y 8-10.,
I Juan 5:7
El Capítulo VI explica este
versículo.
Apocalipsis 1:1
“La revelación de Jesucristo, que
Dios le dio.” Aquí hallamos una distinción entre el
Espíritu eterno de Dios y el hombre Cristo. Solamente el
Espíritu podía dar la revelación de los acontecimientos del
tiempo del fin. La humanidad de Cristo no podía saber
aquellas cosas ( Marcos 13:32 ), entonces Jesucristo las
sabía solamente por medio del Espíritu. Además, la
deidad de Cristo no era un producto de su humanidad, sino de
la unión divina—la humanidad era un producto de la
deidad. El libro de Apocalipsis revela no solamente las
cosas del porvenir, sino también revela la deidad de
Jesucristo, y el conocimiento de ambos debe venir
del Espíritu de Dios. Pronto aprendemos que el
Apocalipsis revela a Jesús como Dios, porque en el capítulo I
Juan vio una visión de Jesús en todo el poder y la gloria
de Dios.
Los Siete Espíritus De Dios
Esta frase aparece en Apocalipsis 1:4, 3:1, y 5:6. ¿Describe a siete personas en la
Deidad? No, pero si algunos aplicarían la misma lógica
a esta frase que ellos usan con otras frases en las
Escrituras, entonces ellos tendrían a siete personas del
Espíritu. La Biblia nos deja saber, sin embargo, que hay
solamente un Espíritu ( I Corintios 12:13; Efesios 4:4 ).
¿Por qué, entonces, habla Apocalipsis de siete Espíritus? Debemos recordar que
Apocalipsis es un libro lleno de simbolismo. Además, siete es un
número muy simbólico en la Biblia, y representa con
frecuencia la perfección, el cumplimiento, o la plenitud. Por
ejemplo, Dios descansó de la creación en el séptimo día
( Génesis 2:2 ), el Día de Descanso del Antiguo Testamento
era en el séptimo día ( Exodo 20:10 ), el candelero en
el Tabernáculo tenía siete lámparas ( Exodo 25:37 ), Noé
llevó a siete pares de animales limpios adentro del arca
( Génesis 7:2 ), Jesús les dijo a sus discípulos que deberían
perdonar a un hermano siete veces al día ( Lucas 17:4 ), y
el libro de Apocalipsis contiene letras a siete iglesias
( Apocalipsis 1:11 ).
Entonces, los siete Espíritus de
Dios simplemente indican la plenitud o la perfección del
Espíritu de Dios. Es una manera de enfatizar la totalidad
del Espíritu de Dios. La frase puede también referirse a los
siete aspectos del Espíritu registrado en Isaías 11:2,
especialmente puesto que Isaías y Apocalipsis describen
a los siete Espíritus como perteneciendo a Jesús.
Esto levanta otro punto: la Biblia no identifica a los siete Espíritus como a siete
personas distintas ni como a una persona distinta. En cambio,
Juan nos dijo claramente que los siete Espíritus
pertenecen a Cristo Jesús ( Apocalipsis 3-1; 5:6 ). Más
adelante en el libro él describió al Espíritu en términos
singulares ( Apocalipsis 22:17 ). Entonces, los siete
Espíritus representan simbólicamente la plenitud y el poder del
único Espíritu Santo, quien es nadie más que el Espíritu
de Jesús.
El Cordero En Apocalipsis 5
Apocalipsis 5:1 describe a Uno en el trono en el cielo con un libro ( rollo ) en su mano
derecha. Entonces los versículos 6 y 7 representan un
Cordero que viene y toma el libro de la mano derecha del que
está sentado en el trono. ¿Significa esto que hay dos
personas de Dios? No. De nuevo, debemos recordar que el
libro de Apocalipsis es altamente simbólico. De hecho,
sabemos que el mencionado pasaje es simbólico.
Primeramente, Juan no vio al Espíritu invisible de Dios,
porque Juan mismo dijo que ningún hombre había visto a Dios
( Juan 1:18, I Juan 4:12 ). De hecho, ningún hombre
puede ver a Dios ( I Timoteo 6:16 ). Apocalipsis 5:5 dice
que un “León” abriría el libro, pero en cambio en el
versículo 6 Juan vio a un “Cordero.” El versículo 6 dice que
el Cordero había sido muerto pero con todo se movió.
Tenía siete ojos, lo que simboliza los siete Espíritus o el
Espíritu de siete manifestaciones de Dios ( versículo 6 ) y
la omnisciencia de Dios ( Proverbios 15:3 ). El Cordero
tenía siete cuernos, que significan la plenitud del
poder de Dios o la omnipotencia de Dios, porque los cuernos
en la Biblia simbolizan generalmente el poder. ( Véase
Zacarías 1:18-19; Apocalipsis 17:12-17. ) Toda la
descripción de esta escena demuestra la naturaleza simbólica
del pasaje. Para poder comprenderlo tenemos que aprender
quién es el que está en el trono y quién es el Cordero. Apocalipsis 4:2 y 8 describen al que está en el trono como “el Señor Dios Todopoderoso,
el que era, el que es, y el que ha de venir.” Sin embargo,
en Apocalipsis 1:8 Jesús se describe a sí mismo como
“el Señor, el que es, y que era, y que ha de venir, el
Todopoderoso.” ( Véase 1:11-18 y 22:12-16 para unas
pruebas adicionales de que Jesús es el que está hablando en
1:8.) También el que está en el trono es el Juez ( Apocalipsis
20:11-12 ), y nosotros sabemos que Jesús será el Juez de
todos ( Juan 5:22, 27; Romanos 2:16; 14:10-11 ). Por lo
tanto, podemos concluir que el que está en el trono es
Jesús en todo su poder y deidad.
El Cordero es el Hijo de Dios—Cristo Jesús en su humanidad, particularmente en su
papel sacrificatorio. El Nuevo Testamento identifica a Jesús
como el Cordero que ofreció su sangre para nuestros
pecados ( Juan 1:36; I Pedro 1:19 ). Por eso Apocalipsis
5:6 describe al Cordero como muerto. Dios no podría morir y
no murió; solamente la humanidad de Jesús murió.
Entonces el Cordero representa a Jesús solamente en su
humanidad como el sacrificio para el pecado. El resto
del capítulo 5 también prueba esto al describir al Cordero
como nuestro Redentor.
Que este Cordero no es simplemente un ser humano ordinario es evidente puesto que él
tiene la plenitud del Espíritu de Dios, incluyendo la
omnisciencia y la omnipresencia ( versículo 6 ). El
tiene otros papeles como el León de la tribu de Judá y como
la Raíz de David ( versículo 5 ). El León denota el papel
real de Cristo y su genealogía del Rey David. Jesús era
de la tribu de Judá ( Mateo 1:1-3; Lucas 3:33 ), lo cual
era la tribu real a partir de la época de David. El león
es el símbolo de Judá como gobernador ( Génesis 49:9-10 ) .
La raíz de David se refiere al papel de Cristo como la
fuente de David ( Creador ) y el Dios de David.
Otro hecho apoya nuestro punto que el Cordero representa a Jesús en su humanidad más
bien que como a una segunda persona en la Deidad.
La razón que el Cordero aparece es para abrir el
libro sostenido por Dios.
Muchos piensan que este libro es el
título de propiedad de la redención. Otros lo ven como
simbólico de los misterios y de los planes de Dios. De
cualquier modo, se requirió un ser humano para
abrirlo, porque Dios no nos redimió ni se reveló a sí mismo a
nosotros en su papel como el Dios transcendente. él
utilizó su manifestación en carne humana como el medio tanto
para revelarse a sí mismo a nosotros como para ser
nuestro redentor. ( Véase
Levítico 25:25, 47-49.) El Cordero
representa la humanidad de Cristo.
Muchos eruditos trinitarios prominentes convienen que Apocalipsis 5 es simbólico y no
describe a Dios Padre en el trono y a Dios Hijo parado al
lado del trono. El Comentario Del Púlpito identifica
al que está en el trono como el Dios Trino,5 y al Cordero como Cristo en su capacidad humana. Dice, “el Hijo en
Su capacidad humana, así indicado por su forma
sacrificatoria del Cordero, puede tomar y revelar los
misterios de la Deidad eterna en la cual él, como Dios,
tiene parte.” 6 Así, aun en los ojos de los eruditos
trinitarios, ésta escena no es una indicación de una trinidad en la
Deidad.
Podemos concluir que la visión en Apocalipsis 5 representa simbólicamente las dos
naturalezas y los dos papeles de Cristo Jesús. Como
Padre, Juez, Creador, y Rey, El se sienta sobre el trono;
porque en su deidad él es el Señor Dios Todopoderoso. Como el
Hijo, El aparece como un Cordero muerto; porque en
Su humanidad El es el sacrificio matado para nuestros
pecados. Juan no vio al Espíritu invisible de Dios, pero él
sí vio una visión que retrataba simbólicamente a Jesús en
el trono en Su papel como Dios y como un Cordero en Su
papel como el Hijo de Dios sacrificado para el pecado.
Si una persona insiste que es literal este pasaje que es tan demostrablemente simbólico,
entonces tendría que concluir que Juan siempre no vio a
dos personas de Dios, sino al contrario vio a un Dios en
el trono y a un Cordero verdadero cerca del trono. Esto no
es lógico, pero revela que son vanas las tentativas de los
trinitarios de hacer del pasaje un texto de la prueba para
una trinidad.
Otros versículos en Apocalipsis dicen claramente que que ese Cordero no es una persona
distinta a Dios. En particular, Apocalipsis 22:1 y 3
dicen “del trono de Dios y del Cordero,” refiriendose al único
trono de 4:2 y 5:1. Después de mencionar “Dios y el
Cordero,” Apocalipsis 22:3 habla de “sus siervos,” y el
versículo 4 se refiere a “Su rostro” y a “Su nombre.” El
Cordero y la gloria de Dios alumbran la Nueva Jerusalén
(Apocalipsis 21:23), sin embargo el Señor Dios es la luz
(Apocalipsis 22:5). Entonces, “Dios y el Cordero” es un
solo ser. La frase se refiere a Cristo Jesús y señala Su
naturaleza dual.
Concluimos que Apocalipsis 5, que es simbólico en su naturaleza, revela la Unicidad de
Dios. Describe uno en el trono, pero también describe a un
león, a una raíz, y a un cordero. ¿Revela esta descripción a
cuatro en la Deidad? Ciertamente no. En cambio, hay
solamente Uno en el trono. El león, la raíz, y el
cordero todos representan en forma simbólica las características
y las cualidades del que es digno de abrir los sellos
del libro. El león nos dice que El es el Rey de la tribu de
Judá. La raíz nos dice que El es el Creador. El cordero nos
dice que El es Dios encarnado y nuestro sacrificio.
Solamente en este último papel puede El ser nuestro redentor y
puede abrir el libro. Entonces, Apocalipsis 5 enseña que
hay un solo Dios y que este único Dios vino en carne
como el Cordero (el Hijo) para revelarse al hombre y
para redimir al hombre del pecado.
¿Por Qué Permitió Dios El Uso De
Los Versiculos
“Confusos” En Las Escrituras?
Mucha gente hace la pregunta, “Si la doctrina de la Unicidad es correcta, ¿por qué
permitió Dios el uso de algunos versículos que
aparentemente confunden el tema?” Por ejemplo, si Dios quiso
que nosotros bauti- zaramos en el nombre de Jesús, ¿por
qué permitió que se escribiría Mateo 28:19 tal como
está escrito? Aunque podemos entender este versículo
para significar que debemos bautizar en el nombre de
Jesucristo, ¿no es este versículo el origen de una
confusión innecesaria?
Nuestra respuesta se da en dos partes. Primeramente, estos versículos de Escritura no
son confusos cuando se leen en su contexto original. Dios
no puede ser responsable de los errores de los hombres.
El versículo tal como fue registrado por Mateo era
perfectamente comprensible en la era apostólica, y Dios no
tiene la culpa de que las doctrinas hechas por los hombres
han pervertido el significado de las Escrituras fuera
del contexto.
En segundo lugar, a veces Dios tiene un propósito en presentar la verdad en una manera
parcialmente oscura. En Mateo 13:10, los discípulos
preguntaron a Jesús por qué hablaba a la gente en
parábolas. El explicó que los misterios del reino del cielo no
fueron dados a la gente ( versículo 11 ). ¿Por qué? “porque
que viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.
Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los
oídos oyen pesadamente, Y han cerrado sus ojos; Para
que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y con
el corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane”
( Mateo 13:13-15 ).
En otras palabras, la gente realmente no deseaba oír, ni ver, ni comprender más acerca de Dios. Si El les hubiera hablado claramente, quizás podrían haber comprendido a pesar de su carencia de un deseo espiritual. Por lo tanto, Jesús habló en parábolas para que solamente los que tuvieren un hambre verdadero y una sed de justicia serían llenos ( Mateo 5:6 ), y que solamente los buscadores sinceros y diligentes encontrarían la verdad ( Hebreos 11:6 ).
En otras palabras, la gente realmente no deseaba oír, ni ver, ni comprender más acerca de Dios. Si El les hubiera hablado claramente, quizás podrían haber comprendido a pesar de su carencia de un deseo espiritual. Por lo tanto, Jesús habló en parábolas para que solamente los que tuvieren un hambre verdadero y una sed de justicia serían llenos ( Mateo 5:6 ), y que solamente los buscadores sinceros y diligentes encontrarían la verdad ( Hebreos 11:6 ).
Después de dar esta respuesta,
Jesús procedió a explicar a los discípulos una parábola que
El apenas había dado a la multitud.
¿Podría ser que Dios permite que algunos versículos de Escritura sean un tropezadero a
los que están contentos con las tradiciones de los
hombres y a los que no buscan la verdad sincera y
seriamente, y de todo corazón?
¿Podría ser que estos mismos
versículos se convierten en grandes revelaciones a los que
buscan sinceramente el pensamiento del Espíritu? Si es
así, esto pone una responsabilidad pesada en los que fueron
criados conociendo la verdad. Si ellos no tienen un
hambre y un amor para la verdad igual a lo que Dios requiere
de otros, ellos mismos eventualmente caerán de la verdad
( II Tesalonicenses 2:10-12 ). Quizás esto explica por qué
muchos en el cristianismo nunca aprenden la verdad,
porque algunos la han perdido, y porque algunos que
tienen por lo menos una parte de la verdad pierden lo
que tienen.
Conclusión
Habiendo examinado la Biblia entera en los tres capítulos anteriores de este libro,
concluimos que en ninguna parte de la Biblia se enseña una
distinción de personas en la Deidad. Además, no hallamos ni
la palabra trinidad ni la doctrina de la trinidad en
ninguna parte de la Biblia. De hecho, la única vez que hallamos el
número tres relacionado explicitamente a Dios es en
el versículo dudoso de Escritura, I Juan 5:7. Incluso
así pues, ese versículo describe las manifestaciones de
Dios en los cielos y concluye que “estos tres son uno.”
El Nuevo Testamento enseña la naturaleza dual de Jesucristo, y ésta es la clave para
comprender la Deidad. Una vez que consigamos la
revelación de quién realmente es Jesús—es decir, el Dios del
Antiguo Testamento vestido en carne—todas las Escrituras
caen en su lugar.
Es interesante observar dos cosas
acerca de los versículos de Escritura usados por los
trinitarios para enseñar una pluralidad de personas
en la Deidad. Primeramente, muchos de estos versículos
son en realidad textos fuertes que prueban la Unicidad. Algunos
ejemplos son Mateo 28:18-19, Juan 1:1-14,
14:16-18, I Juan 2:33, y 5:7. En segundo lugar, muchos de
estos versículos, si son interpretados desde un punto de
vista trinitario, eventualmente conducen a una doctrina que
no es trinitaria, tal como el arianismo, el binitarismo,
o el triteísmo. Por ejemplo, muchos utilizan las
oraciones de Cristo para probar que el Padre es una persona
distinta al Hijo. Si esto significa que el Hijo oró en
Su papel como Dios (una persona en la Deidad), conduce a la
creencia de la subordinación o de la inferioridad de
“Dios Hijo” a Dios Padre. Esta interpretación derrota la
doctrina trinitaria que dice que el Hijo es coigual con el
Padre, y conduce a una forma de arianismo. Por otra parte,
si el Hijo oró en Su papel como hombre, entonces esta
explicación apoya la creencia de la Unicidad y no avanza
el trinitarismo. Este mismo argumento demuele los
argumentos trinitarios que
se apoyan en los versículos de
Escritura que dicen que el Padre es mayor que el Hijo, que el Hijo
no tiene todo poder, y que el Hijo no tiene toda
ciencia.
Asimismo, los argumentos trinitarios de que las conversaciones registradas, las
comunicaciones de amor, y la comunicación de la ciencia indican
que hay personas distintas en la Deidad conducirán a
doctrinas erróneas. Sus argumentos establecerían la
existencia de tres distintas inteligencias, voluntades, y
personalidades. Ellos caen en el error del triteísmo (creencia en
tres dioses)—algo en qué los trinitarios profesan que no
creen. De igual modo, si contienden que Esteban vio a dos
cuerpos literales de Dios en el cielo, no pueden evitar
el concepto de una pluralidad de dioses.
Puesto que la mayoría de los textos trinitarios de prueba hablan de dos, no tres,
parece que su interpretación establecería al
binitarismo ( creencia en dos personas solamente ) o por lo menos
una subordinación del Espíritu Santo al Padre y al
Hijo. Sin embargo, cualquiera de estas doctrinas
contradice el trinitarismo ortodoxo.
En resumen, la mayoría de los supuestos textos trinitarios de prueba deben ser
explicadas de una manera consistente con la doctrina de la
Unicidad o si no estos textos conducirán a doctrinas que
los trinitarios mismos no creen. Por otra parte, el punto
de vista de la Unicidad claramente explica y armoniza todo
el conjunto de Escritura. Es consistente con el
monoteísmo estricto del Antiguo Testamento y preserva la
creencia cristiana en el Hijo de Dios quien murió por
nuestra redención y la doctrina del Espíritu Santo que actualiza
la salvación en nuestras vidas.
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